Los berrinches no son la mejor parte de nuestra vida como padres, pero son un hecho normal en el corto pasaje del aprendizaje de tu hijo.
Si te es posible pensar en cualquier cosa a través del llanto, aquí te dejamos cinco cosas que puedes recordar cuando tu hijo hace berrinches.
Los berrinches son parte de la vida y del desarrollo del niño. Claro, es una de las partes más desagradables de la infancia, pero es algo por la que todos los niños (casi) pasaran en su momento.
2. Usted es un buen padre
A veces erroneamente asociamos los berrinches con la mala crianza. Esto es falso. Los niños crecen en hogares diferentes, con diferentes padres y métodos de disciplina únicos que tienen una sola cosa en común: Los famosos berrinches. Van a suceder independientemente de estos métodos e ideologías de los padres, claro esta que la etapa puede durar poco o más tiempo dependiendo del niño y de cómo lo manejen sus padres, quiere decir que los berrinches son inevitables y no son un signo de mala crianza.
3. Ellos están aprendiendo
Recordemos que los niños NO son adultos. Todavía tienen que dominar el arte de ocultar sus emociones al mundo. Esto significa que expresan exactamente lo que sienten y cuando lo sienten. Y eso a veces sale en forma de sollozos, patadas, llantos y gritos (o todo al mismo tiempo) Otras veces se comunican rodando o agitando brazos y piernas. El niños todavía está figurándose como sentir sin ser abrumado por esos sentimientos. Es nuestro trabajo como padres ponernos a la par y enseñarles como hacer frente a decepciones y comunicar sus preocupaciones de una manera culturalmente apropiada.
4. No es para siempre
Cuando el caos comienza sentimos que no tendrá fin. Pero terminará, eventualmente el niño se calmará o caerá dormido y la casa al fin tendrá paz... al menos por unas cuantas horas. Talvez un par de meses o quizás un año pero créelo, no durará para siempre y lograrás salir victorioso con tu salud mental intacta.
5. Cómo prevenir un próximo berrinche
Cómo hemos dicho, los berrinches son una parte de la vida y de la paternidad, pero hay algún par de cosas que puedes probar para evitarlos (con suerte). Cosas simples como tener a la manos snacks nutritivos, dejar que tu pequeño tome más siestas tranquilas o entretenerlo con actividades propias de su edad puede ayudarte a tí y a tu pequeño.
Y recuerda, esta es sólo una etapa más del largo proceso de la paternidad.
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